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Cuando le rompieron los dientes a la contrarrevolución

Por Roberto Vázquez Pérez
Tomado de Girón 19/4/2001

Memorioso y exacto, Rodobaldo Vera Andreu rememora cómo los órganos de la Contrainteligencia cubana en la provincia de Matanzas evitaron que la quinta columna enemiga apoyara el desembarco mercenario por Playa Girón.

Aclara que la valentía de nuestros héroes y mártires fue factor esencial para realizar con absoluto éxito esta labor.

"La Agencia Central de Inteligencia (CIA) había previsto con los jefes de la quinta columna en nuestra provincia a dos de sus agentes: Ernestino Abreu Horta (Juan José, nombre de guerra), con el cargo de coordinador provincial del Movimiento de Recuperación Revolucionaria, y a Jorge Fundora Fernández (Patricio). Ambos apoyarían el desembarco. El primero operaba en Jovellanos, donde su padre había sido agricultor, y Patricio se movía en las inmediaciones de Canasí.

"Juan José recluta a varios traidores y desde La Habana traslada armas en su carro Ford de color blanco. Por su parte, Fundora también organiza un grupo de contrarrevolucionarios y crea un comité de recepción en Playa Amarillas, al norte de Canasí. Recibe un cargamento de 14 toneladas de armas y las esconde en una mina de yeso cercana. Seguidamente contacta y entrega armas a dirigentes del MRR en Cárdenas, Varadero y el antiguo central Tinguaro.

¿Cuáles fueron las misiones de esos grupos?

"Los de Canasí volarían el puente de Bacunayagua y todo el sistema de viaductos que comunicaba a la ciudad de Matanzas con La Habana, por la Carretera Central u otros accesos. De inmediato, desde las lomas, tirotearían a los milicianos que se dirigieran hacia Girón.

"Los de Cárdenas tomarían el antiguo aeropuerto de Varadero y combatirían a nuestras fuerzas en la loma de Phinney, lugar propicio porque los camiones van despacio por el grado perpendicular del terreno. Igualmente en el central Tinguaro y en Jovellanos se acometerían similares acciones.

"Pero ellos no recibieron a tiempo la información sobre la invasión. Los de Canasí se quedaron esperando órdenes, los de Cárdenas, no tuvieron tiempo de tomar el aeropuerto y fueron para el Valle de Guamacaro. Los de Tinguaro, días antes habían discutido sobre la jefatura de la banda, y ahorcado uno de los integrantes.

"¿Qué sucede entonces? Al producirse el desembarco por Playa Girón, nuestras tropas se concentraron en Jovellanos. Entonces ellos piensan que están descubiertos. Los detectamos y capturamos. Juan José pudo escapar y se asiló en una embajada.

"Los de Canasí fueron cercados, se les ocuparon las armas y el jefe también se asiló. Igualmente sucedió con los restantes alzados de la provincia. Ellos no se pudieron mover por la rápida reacción de la Revolución, y en estos empeños, de los CDR. Así se le rompieron los dientes a la contrarrevolución.

"Una prueba de que siempre el enemigo es el mismo, es que hace pocos meses fue detenido, cuando se infiltraba por Pinar del Río, Ernestino Abreu Horta (Juan José). Esto sucedió al cabo de 40 años.

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