Razones para un primero de Mayo en Mayabeque

Por Andy Duardo Martín

Mayabeque, Cuba - Desde que el Primero de Mayo fuera reconocido como Día Internacional de los Trabajadores en mil 889, los obreros de casi todo el mundo celebran la fecha.  Algunos reclamando un trato más justo, otros como los cubanos, con la alegría de sabernos protegidos.

Medios de prensa internacionales confirman a esta hora que miles de moscovitas desfilaron  hoy en ocasión del Primero de Mayo para reivindicar el trabajo y derechos civiles, en Estambul, Turquía, la celebración dejó un herido y varios detenidos, en Brasil, la principal demanda fue la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, en España, poner fin al desempleo, reclamos similares tuvieron lugar en Indonesia, Corea del Sur, el Líbano, Filipinas y otros países.

Los mayabequenses también desfilamos en la capital provincial y en algunos municipios tuvieron lugar las marchas proletarias, mientras otras localidades celebraron con anticipación efectuando galas culturales.

En San José de las Lajas el rojo, azul y blanco, los colores de la bandera nacional, fueron enarbolados por hombres y mujeres, por jóvenes e infantes, por todos los que se encontraron  desde horas tempranas de la mañana como muestra de unidad y respaldo a la Revolución.

Hoy desfilamos para reconocer y seguir apoyando el derecho a la licencia de maternidad o paternidad retribuida, vacaciones pagadas, jornadas de ocho horas, y la seguridad de recibir el pago de la jubilación una vez concluida la vida laboral, son estas conquistas de los obreros cubanos, en un país donde lo más importante, como soñara el Apóstol, es el culto a la dignidad plena del hombre.

Este Primero de Mayo los mayabequenses ratificamos el apoyo incondicional a nuestro modelo económico y social. El lema “Unidos por un socialismo próspero y sostenible” presidió el festejo.

 Y lo cierto es que mientras en Moscú, Madrid, Ankara, Atenas, Trípoli y otras ciudades capitales del mundo los obreros exigían sus derechos, aquí en San José de las Lajas, que no es como París, Londres, Washington ni Sidney, pero sí es nuestra naciente y acogedora capital, celebramos  que hace más de medio siglo disfrutamos de esos derechos.