La Unión, la más fecunda de las publicaciones de la época (2)
Por Nivia Palenzuela Páez
El Nuevo Espartaco de las letras güineras, así denominaron sus coterráneos a un asturiano que se instaló en Güines en 1868: José Suárez García, fundador del llamado Partido Liberal.
Suárez García fundó un taller de impresión que permitió crear el formato original del famoso semanario La Unión, la más fecunda de las publicaciones de la época, silenciada en muchas ocasiones y que volvía a la vida, gracias a la persistencia de una pléyade de renombrados periodistas. También dirigió otra publicación, La Yerbita
Otros órganos de opinión circularon en la Villa en los finales del siglo l9. El primero de los semanarios políticos tuvo una denominación acertada, La Justicia, fundado el 3 de noviembre de 1898 por Emilio Espinosa, Manuel Ortega y Francisco Castellanos.
Más adelante, las riendas de La Unión fueron tomadas por Raimundo Cabrera, sufragado por él mismo y con predicación del credo liberal. Afirmaba en sus páginas que “ La Unión no sabrá mentir, ni adular, ni callar “ y que “ deben querellarse los dolores y los males”.
Esta publicación fue suspendida en 1895 por disposición del gobierno y Cabrera fue procesado por un escrito -denuncia, el cual firmó bajo el seudónimo El Chiquito de Villanueva.
Pero La Unión no quedará silenciada, resurgirá posteriormente junto a otras voces de la opinión pública local.
El Nuevo Espartaco de las letras güineras, así denominaron sus coterráneos a un asturiano que se instaló en Güines en 1868: José Suárez García, fundador del llamado Partido Liberal.
Suárez García fundó un taller de impresión que permitió crear el formato original del famoso semanario La Unión, la más fecunda de las publicaciones de la época, silenciada en muchas ocasiones y que volvía a la vida, gracias a la persistencia de una pléyade de renombrados periodistas. También dirigió otra publicación, La Yerbita
Otros órganos de opinión circularon en la Villa en los finales del siglo l9. El primero de los semanarios políticos tuvo una denominación acertada, La Justicia, fundado el 3 de noviembre de 1898 por Emilio Espinosa, Manuel Ortega y Francisco Castellanos.
Más adelante, las riendas de La Unión fueron tomadas por Raimundo Cabrera, sufragado por él mismo y con predicación del credo liberal. Afirmaba en sus páginas que “ La Unión no sabrá mentir, ni adular, ni callar “ y que “ deben querellarse los dolores y los males”.
Esta publicación fue suspendida en 1895 por disposición del gobierno y Cabrera fue procesado por un escrito -denuncia, el cual firmó bajo el seudónimo El Chiquito de Villanueva.
Pero La Unión no quedará silenciada, resurgirá posteriormente junto a otras voces de la opinión pública local.
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