Fidel seguirá vibrando en la montaña
Por Andy Duardo Martín
“No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel”. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso.” Así culminó el compañero Fidel Castro el mensaje al pueblo de Cuba donde daba a conocer “…que no aspiraré ni aceptaré- repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe”…
Fue la noticia del día en todo el mundo, uno tras otros, los medios de prensa se hicieron eco del mensaje, patentizaban así lo que también todo el mundo sabe: lo que escribe y dice Fidel es de interés en cualquier punto de este planeta, en la más intrincada y abrupta geografía, él, como nadie, se ha ganado un lugar en el corazón de millones de personas, él, aunque a algunos le cueste trabajo reconocerlo, es historia presente y futura. Cuando el tiempo pase y otras generaciones se acerquen a la historia de los siglos XX y XXI, necesariamente acudirán al ideario de un hombre que marca para siempre a la humanidad.
…”Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer”…así dice Fidel en otro momento de su mensaje. Deseo que ha cumplido de forma ejemplarizante, y que como el mismo dijo quiere seguir combatiendo “como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel”. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar.” Y así será, porque los cubanos hemos aprendido de él a ser persistentes, a dedicarnos en cuerpo y alma a lo que amamos y queremos hasta el final.
"Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir.” Por eso, continuaremos sintiéndonos privilegiados por sus enseñanzas. Y ese es uno de los privilegios que más disfrutamos los habitantes de este archipiélago, porque hemos contado y contaremos con la utilidad de la virtud de un maestro que nos enseña a ser dignos, patriotas, decididos, solidarios, internacionalistas, a ser cubanos.
Y desde esa condición de líder invicto, de paradigma de hombre nos sigue alertando: “El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis.”
En su mensaje también dice: “Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.”
Usted no se despide, ya lo dijo, por eso continuamos siendo afortunados. Sabemos que siempre podremos contar con su sabiduría y experiencia en este interminable y difícil camino de vivir aferrados al honor, la soberanía y la independencia. No importa el lugar de combate, lo importante es combatir. Como antes, usted seguirá vibrando en la montaña.
“No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel”. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso.” Así culminó el compañero Fidel Castro el mensaje al pueblo de Cuba donde daba a conocer “…que no aspiraré ni aceptaré- repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe”…
Fue la noticia del día en todo el mundo, uno tras otros, los medios de prensa se hicieron eco del mensaje, patentizaban así lo que también todo el mundo sabe: lo que escribe y dice Fidel es de interés en cualquier punto de este planeta, en la más intrincada y abrupta geografía, él, como nadie, se ha ganado un lugar en el corazón de millones de personas, él, aunque a algunos le cueste trabajo reconocerlo, es historia presente y futura. Cuando el tiempo pase y otras generaciones se acerquen a la historia de los siglos XX y XXI, necesariamente acudirán al ideario de un hombre que marca para siempre a la humanidad.
…”Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer”…así dice Fidel en otro momento de su mensaje. Deseo que ha cumplido de forma ejemplarizante, y que como el mismo dijo quiere seguir combatiendo “como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título "Reflexiones del compañero Fidel”. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar.” Y así será, porque los cubanos hemos aprendido de él a ser persistentes, a dedicarnos en cuerpo y alma a lo que amamos y queremos hasta el final.
"Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir.” Por eso, continuaremos sintiéndonos privilegiados por sus enseñanzas. Y ese es uno de los privilegios que más disfrutamos los habitantes de este archipiélago, porque hemos contado y contaremos con la utilidad de la virtud de un maestro que nos enseña a ser dignos, patriotas, decididos, solidarios, internacionalistas, a ser cubanos.
Y desde esa condición de líder invicto, de paradigma de hombre nos sigue alertando: “El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis.”
En su mensaje también dice: “Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.”
Usted no se despide, ya lo dijo, por eso continuamos siendo afortunados. Sabemos que siempre podremos contar con su sabiduría y experiencia en este interminable y difícil camino de vivir aferrados al honor, la soberanía y la independencia. No importa el lugar de combate, lo importante es combatir. Como antes, usted seguirá vibrando en la montaña.
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