Organicemos la organización
Andy Duardo Martín.
La organización es necesaria para la el control de las actividades, para que el sistema de jerarquía se cumpla de forma adecuada, para dar cualquier servicio a la población que amerite una atención rápida y efectiva.
Uno de los objetivos básicos de la organización es establecer los métodos más sencillos para realizar el trabajo de la mejor manera posible. Claro, ello implica el establecimiento de orientaciones precisas, claras que nada ni nadie tiene derecho a violar.
Si usted llega a un centro de atención al público a realizar una gestión, lo atienden y archivan la documentación, no existe razón para que al pasar el tiempo te hagan saber que todo aquello fue infructuoso, que no aparece nada y que, por ende, es preciso valorar que fue lo qué pasó.
Una situación así da la impresión de una desorganización total, que los métodos para que se utilizan para el desempeño de las funciones de forma eficientemente destruyen cualquier intento de hacer más con menos, un llamado que en este dos mil nueve adquiere mayor relevancia.
Cómo explicar que un documento, una factura, un comprobante de cobro o pago se diluya entre los papeles de una oficina. Si sucede es porque falta continuidad, porque las sombras del desorden rondan el quehacer cotidiano.
Ser ordenados implica establecer la mejor manera para dar cumplimiento a las normas que rigen la actividad de los servicios. Si nos ordenamos entonces evitamos lentitud e ineficiencia, en tanto seremos más productivos.
Pienso que el asunto es una tarea que aún permanece pendiente en muchos lugares y es preciso desarraigarla para siempre. En materia de organización jamás se puede decir que se ha terminado, pues todo está sujeto a cambios constantes lo que obviamente redunda en la necesidad de efectuarlos.
Y de eso se trata, de transformar ese panorama adverso que suele hundirnos en el lodo, que a veces nos asfixia. Hay que ser cuidadosos y extremar el orden, de lo contrario estaremos abriendo brechas a otras irregularidades. Desterremos para siempre a la desorganización y abramos las puertas al orden y la eficiencia.
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