La música cubana está de luto, murió el Rey del tambor. Envían Fidel y Raúl ofrendas florales
Por Andy Duardo Martín
El presidente cubano Fidel Castro Ruz y el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Raúl Castro Ruz, dedicaron sendas ofrendas florales a Federico Arístides Soto Alejo, Tata Güines, que en horas de la mañana de hoy miércoles fue sepultado en el Panteón de los Caídos por la Defensa situado en el cementerio de Güines, ciudad natal del también llamado Manos de oro.
Unas 3000 personas asistieron al cortejo fúnebre para rendir tributo al Rey del Tambor, cuyo cadáver arribó a la localidad güinera, a 52 kilómetros al sureste de la capital cubana, a las 6:00 de la tarde del martes.
Un numeroso grupo de niños en representación de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) e infantes que conforman el Proyecto Comunitario El Patio de Tata Güines, realizaron una guardia de honor ante el féretro. Familiares, amigos y fervientes admiradores participaron también del homenaje póstumo.
Otras prestigiosas figuras de la cultura cubana y organizaciones hicieron llegar su tributo a El Tata, como cariñosamente le llamaban los residentes en el fundacional barrio de Leguina: Abel Prieto, Ministro de Cultura, el destacado escritor Miguel Barnet, el músico Sergio Vitier, la Asociación de Músicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y la Dirección Provincial de Atención a los Combatientes (ACRC).
“Hace 44 años que conozco a Tata Güines, desde entonces valoré su maestría, por eso cuando se habla del tambor en Cuba, no se puede dejar de mencionar al Maestro, al artista de fundación. Descansa junto al Benny, a Guillermo Barreto y tantos otros grandes de la música tradicional cubana. Gracias a todo el pueblo que lo vio nacer por estar en estos momentos tan dolorosos pero a la vez tan llenos de vida”, así expresó Sergio Vitier, presidente de la sección de música de la UNEAC, en las palabras de despedida.
El último adiós al Tata, los momentos finales dedicados a una de las figuras imprescindibles de la música cubana contemporánea, no podían ser de otra manera, multitudinarios, a ritmo del tambor que lo inmortalizó, para siempre.
El presidente cubano Fidel Castro Ruz y el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Raúl Castro Ruz, dedicaron sendas ofrendas florales a Federico Arístides Soto Alejo, Tata Güines, que en horas de la mañana de hoy miércoles fue sepultado en el Panteón de los Caídos por la Defensa situado en el cementerio de Güines, ciudad natal del también llamado Manos de oro.
Unas 3000 personas asistieron al cortejo fúnebre para rendir tributo al Rey del Tambor, cuyo cadáver arribó a la localidad güinera, a 52 kilómetros al sureste de la capital cubana, a las 6:00 de la tarde del martes.
Un numeroso grupo de niños en representación de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) e infantes que conforman el Proyecto Comunitario El Patio de Tata Güines, realizaron una guardia de honor ante el féretro. Familiares, amigos y fervientes admiradores participaron también del homenaje póstumo.
Otras prestigiosas figuras de la cultura cubana y organizaciones hicieron llegar su tributo a El Tata, como cariñosamente le llamaban los residentes en el fundacional barrio de Leguina: Abel Prieto, Ministro de Cultura, el destacado escritor Miguel Barnet, el músico Sergio Vitier, la Asociación de Músicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) y la Dirección Provincial de Atención a los Combatientes (ACRC).
“Hace 44 años que conozco a Tata Güines, desde entonces valoré su maestría, por eso cuando se habla del tambor en Cuba, no se puede dejar de mencionar al Maestro, al artista de fundación. Descansa junto al Benny, a Guillermo Barreto y tantos otros grandes de la música tradicional cubana. Gracias a todo el pueblo que lo vio nacer por estar en estos momentos tan dolorosos pero a la vez tan llenos de vida”, así expresó Sergio Vitier, presidente de la sección de música de la UNEAC, en las palabras de despedida.
El último adiós al Tata, los momentos finales dedicados a una de las figuras imprescindibles de la música cubana contemporánea, no podían ser de otra manera, multitudinarios, a ritmo del tambor que lo inmortalizó, para siempre.
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