Al rescate de un Himno
Por Andy Duardo Martín
Transcurría el año 1935 del siglo XX. En la escuela de enseñanza primaria José Martí perteneciente al municipio de Güines, distante a unos 52 kilómetros de la capital cubana, se cantó por primera vez el Himno de la Villa. Su compositor fue el destacado músico local José Alonso Novo y otro importante compositor de la época se encargó de musicalizarlo, Pedro Rojas.
La letra original cuenta con ocho estrofas que hacen loas a la fecundidad de las llamadas tierras del Mayabeque, a su cielo, su Sol y a las personalidades que las han colmado de reconocimientos dentro y fuera de Cuba.
Las notas del himno güinero fueron interpretadas en cada acto solemne, en actividades culturales y otras ocasiones que así lo requerían. Sin embargo, con el tiempo, se fue perdiendo esa tradición, hasta que el 20 de Octubre, Día de la Cultura Cubana, de 2003, estudiantes de la propia escuela José Martí, centro donde se interpretó por primera vez el himno en 1935, volvieran a retomar sus notas.
Esta vez el arreglo musical correspondió al joven Enrique Augusto y resurgió en las voces del coro infantil de esa institución educacional. De las ocho estrofas iniciales fueron seleccionadas cuatro a fin de favorecer el aprendizaje del texto por parte de los infantes.
HIMNO DE GUINES
Sálvese a Güines campiña fecunda
Valle extenso de eterno verdor
Tu horizonte de azul te circunda
Y tu cielo te inunda de Sol.
Tuyas son esas fértiles tierras
De llanuras que van hasta el mar
Y el tesoro que ellas encierran
En el mundo no tiene rival.
Tú eres cuna de sabios y artistas
Que te cubren ¡Oh Güines de luz!
De tus reinas son ya tus conquistas
Que atesoran talento y virtud.
Levantad ya güineros la frente
Alentando patriótico ardor
Y de Güines la luz refulgente
Brille siempre cual faro de amor.
Transcurría el año 1935 del siglo XX. En la escuela de enseñanza primaria José Martí perteneciente al municipio de Güines, distante a unos 52 kilómetros de la capital cubana, se cantó por primera vez el Himno de la Villa. Su compositor fue el destacado músico local José Alonso Novo y otro importante compositor de la época se encargó de musicalizarlo, Pedro Rojas.
La letra original cuenta con ocho estrofas que hacen loas a la fecundidad de las llamadas tierras del Mayabeque, a su cielo, su Sol y a las personalidades que las han colmado de reconocimientos dentro y fuera de Cuba.
Las notas del himno güinero fueron interpretadas en cada acto solemne, en actividades culturales y otras ocasiones que así lo requerían. Sin embargo, con el tiempo, se fue perdiendo esa tradición, hasta que el 20 de Octubre, Día de la Cultura Cubana, de 2003, estudiantes de la propia escuela José Martí, centro donde se interpretó por primera vez el himno en 1935, volvieran a retomar sus notas.
Esta vez el arreglo musical correspondió al joven Enrique Augusto y resurgió en las voces del coro infantil de esa institución educacional. De las ocho estrofas iniciales fueron seleccionadas cuatro a fin de favorecer el aprendizaje del texto por parte de los infantes.
HIMNO DE GUINES
Sálvese a Güines campiña fecunda
Valle extenso de eterno verdor
Tu horizonte de azul te circunda
Y tu cielo te inunda de Sol.
Tuyas son esas fértiles tierras
De llanuras que van hasta el mar
Y el tesoro que ellas encierran
En el mundo no tiene rival.
Tú eres cuna de sabios y artistas
Que te cubren ¡Oh Güines de luz!
De tus reinas son ya tus conquistas
Que atesoran talento y virtud.
Levantad ya güineros la frente
Alentando patriótico ardor
Y de Güines la luz refulgente
Brille siempre cual faro de amor.
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