Un equipo de futuro
Por Andy Duardo Martín
Escuché decir que la actuación del equipo cubano en la Liga Mundial de Voleibol se podía comparar con el refrán…. Tanto nadar para morir ahogado en la orilla…. Para mí una valoración injusta.
Cierto es que los muchachos de Orlando Samuels transitaron con mayor comodidad la fase clasificatoria, pero una cosa es la fase intercontinental y otra la gran final.
En serbia se reunió lo que más vale y brilla de voleibol varonil mundial de la actualidad y equipos archireconocidos como el de Estados Unidos quedaron a la vera del camino.
Serbia en su condición de sede mostró un juego compacto, sólido, capaz de pasar por encima de otro equipo con similares atributos, el de Rusia que, sin dudas, fue otro en la recta final.
Brasil, el de siempre, fuerte, de múltiples variantes, capaz, inteligente, duro de derrotar en el llamado set de muerte. Demostraron los sudamerticanos que retornan a la élite a plena capacidad, por eso la medalla de oro estuvo plenamente justificada.
A los cubanos les falta mucho camino por andar, es una escuadra de futuro con muchas potencialidades que hay que ir perfeccionándolas por el camino, claro, para eso hace falta juego, mucho juego, y eso bien lo sabe la Comisión Nacional de Voleibol.
Lo que sí está claro es que el cuarto lugar que obtuvieron estaba fuera de pronósticos, de ahí la trascendencia del paso de los cubanos por la Liga Mundial, es una señal, un aviso, de lo que puede acontecer con los criollos de ahora en adelante.
La actuación fue buena, nadie debe dudarlo, y así lo expresan medios de prensa extranjeros que siguieron el evento y que reconocen en figuras como Wilfredo León, Roberlandy Simón y compañía a un equipo con el que habrá que contar en próximos eventos.
El aplauso para los criollos. Estoy seguro que el tiempo dará razón a los que hablan de futuro. Entonces, cambiemos el refrán por ese otro que dice: no van muy bien los de adelante, si los de atrás corren bien.
Escuché decir que la actuación del equipo cubano en la Liga Mundial de Voleibol se podía comparar con el refrán…. Tanto nadar para morir ahogado en la orilla…. Para mí una valoración injusta.
Cierto es que los muchachos de Orlando Samuels transitaron con mayor comodidad la fase clasificatoria, pero una cosa es la fase intercontinental y otra la gran final.
En serbia se reunió lo que más vale y brilla de voleibol varonil mundial de la actualidad y equipos archireconocidos como el de Estados Unidos quedaron a la vera del camino.
Serbia en su condición de sede mostró un juego compacto, sólido, capaz de pasar por encima de otro equipo con similares atributos, el de Rusia que, sin dudas, fue otro en la recta final.
Brasil, el de siempre, fuerte, de múltiples variantes, capaz, inteligente, duro de derrotar en el llamado set de muerte. Demostraron los sudamerticanos que retornan a la élite a plena capacidad, por eso la medalla de oro estuvo plenamente justificada.
A los cubanos les falta mucho camino por andar, es una escuadra de futuro con muchas potencialidades que hay que ir perfeccionándolas por el camino, claro, para eso hace falta juego, mucho juego, y eso bien lo sabe la Comisión Nacional de Voleibol.
Lo que sí está claro es que el cuarto lugar que obtuvieron estaba fuera de pronósticos, de ahí la trascendencia del paso de los cubanos por la Liga Mundial, es una señal, un aviso, de lo que puede acontecer con los criollos de ahora en adelante.
La actuación fue buena, nadie debe dudarlo, y así lo expresan medios de prensa extranjeros que siguieron el evento y que reconocen en figuras como Wilfredo León, Roberlandy Simón y compañía a un equipo con el que habrá que contar en próximos eventos.
El aplauso para los criollos. Estoy seguro que el tiempo dará razón a los que hablan de futuro. Entonces, cambiemos el refrán por ese otro que dice: no van muy bien los de adelante, si los de atrás corren bien.
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