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Al Rey lo que es del Rey

Al Rey lo que es del Rey Por Andy Duardo Martín

Güines, La Habana, Cuba - Está por llegar el día en que otro cubano se convierta en Rey de América. Después de Capablanca ningún otro ajedrecista ha llegado tan lejos. De forma adelantada el llamado ranking en vivo para jugadores con más de dos mil 700 puntos ELO, publicó hoy su listado y aunque el oficial lo conoceremos en abril hay un joven al que será muy difícil arrebatarle la condición de monarca.

Su nombre es Leinier Domínguez Pérez, el ídolo de Güines, una ciudad que se inclinó ante él cuando solo tenía 9 años al proclamarse campeón nacional enfrentando a jugadores de 11 y 12. Así comenzó a tejer una historia que lo condujo a reinar en los Juegos Escolares Nacionales. Entonces le llamaron prodigio.
Fijas a la memoria permanecen las imágenes de aquel muchacho serio, con un peinado alejado de la moda, inmerso en su partida. Desde la constancia y el silencio Leinier alcanzó el título de Maestro Internacional a los 14 años.

Su debut en el campeonato nacional de mayores dio paso al asombro, los vaticinios se cumplían con la conquista de la primera posición en varias ocasiones y la confirmación por la FIDE de su Gran Maestría.

Un buen día el protagonista de esta historia ganó el derecho de transitar caminos fenicios, y como aquellos antiguos guerreros se lanzó a la conquista de Trípoli, ciudad de aires mediterráneos que lo vio consagrarse como uno de los grandes. Avanzó a cuartos de final y rozó con sus dedos el título universal.

Después, el ingreso al selecto grupo de jugadores que han roto la mítica barrera de los 2 mil 700, fue cuestión de tiempo. Aquellos que lo miraban con los ojos de Capablanca le abrieron las puertas de la cofradía de los dioses terrenales.

Varios años han transcurrido desde que medios nacionales y extranjeros de prensa fijaran su atención en Leinier. Su físico ya no es el mismo, tampoco lo es su peinado ni la forma de vestir; pero su mirada sigue fija en el tablero, y nada, absolutamente nada parece distraerlo.

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