Alabanza en blanco y negro
Por: Andy Duardo Martín
Güines, La Habana, Cuba_ El ajedrez sigue siendo puntal en esta zona de la geografía habanera. Los buenos resultados en los últimos tiempos del Gran Maestro Leinier Domínguez han acaparado sitios de privilegio en cuantiosos medios de prensa.
Su actuación en el Torneo de Biel, el hecho de convertirse en el primer cubano en romper la barrera de los dos mil 700 puntos ELO y el ascenso hasta el lugar 20 en la lista de la Federación Internacional, no dejan dudas; estamos en presencia de una figura relevante del ajedrez mundial.
Tanto es así que el ídolo de Güines_ municipio habanero ubicado a 52 kilómetros al sureste de la capital cubana_ acaba de ser invitado para que intervenga en uno de los torneos más fuertes del momento, el que se juega en Wijk aan Zee. No obstante, Leinier sigue soñando con el Linares, exclusivo y potente, hecho a la medida de las más descollantes figuras del juego ciencia en el mundo.
Pero también hay que hablar de otro Gran Maestro, Holden Hernández, poco a poco ha venido escalando peldaños hasta incluirse como el cuarto tablero del equipo cubano a la Olimpiada de Ajedrez. Ahí estará por derecho ganado.
Holden mira al futuro, como Leinier, es muy joven en una especialidad que se caracteriza por dar solidez y experiencia en correspondencia con años que a ella se dediquen.
Hay otros nombres: Aryam Abreu, Lemay Vega. No obviemos a los llamados talentos, ellos vienen detrás nutriéndose de la sabia de los que hoy ponen en la cumbre el ajedrez güinero.
Muy pocos países en el mundo se dan el lujo de poseer Grandes Maestros de ajedrez. Güines, una localidad cubana de algo más de 71 mil habitantes goza el privilegio de tener a tres.
Por eso, esta reflexión no es simple alabanza, se trata de reconocimiento a una especialidad que prestigia al movimiento deportivo güinero.
Güines, La Habana, Cuba_ El ajedrez sigue siendo puntal en esta zona de la geografía habanera. Los buenos resultados en los últimos tiempos del Gran Maestro Leinier Domínguez han acaparado sitios de privilegio en cuantiosos medios de prensa.
Su actuación en el Torneo de Biel, el hecho de convertirse en el primer cubano en romper la barrera de los dos mil 700 puntos ELO y el ascenso hasta el lugar 20 en la lista de la Federación Internacional, no dejan dudas; estamos en presencia de una figura relevante del ajedrez mundial.
Tanto es así que el ídolo de Güines_ municipio habanero ubicado a 52 kilómetros al sureste de la capital cubana_ acaba de ser invitado para que intervenga en uno de los torneos más fuertes del momento, el que se juega en Wijk aan Zee. No obstante, Leinier sigue soñando con el Linares, exclusivo y potente, hecho a la medida de las más descollantes figuras del juego ciencia en el mundo.
Pero también hay que hablar de otro Gran Maestro, Holden Hernández, poco a poco ha venido escalando peldaños hasta incluirse como el cuarto tablero del equipo cubano a la Olimpiada de Ajedrez. Ahí estará por derecho ganado.
Holden mira al futuro, como Leinier, es muy joven en una especialidad que se caracteriza por dar solidez y experiencia en correspondencia con años que a ella se dediquen.
Hay otros nombres: Aryam Abreu, Lemay Vega. No obviemos a los llamados talentos, ellos vienen detrás nutriéndose de la sabia de los que hoy ponen en la cumbre el ajedrez güinero.
Muy pocos países en el mundo se dan el lujo de poseer Grandes Maestros de ajedrez. Güines, una localidad cubana de algo más de 71 mil habitantes goza el privilegio de tener a tres.
Por eso, esta reflexión no es simple alabanza, se trata de reconocimiento a una especialidad que prestigia al movimiento deportivo güinero.
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