Nace Orgullo Güinero, propuesta veraniega del Museo de Historia de Güines
Por Andy Duardo Martín
Como parte de las actividades del verano el Museo de Historia de Güines, a unos 52 kilómetros de la capital cubana, desarrolló al espacio Orgullo Güinero, con el objetivo de reconocer a personalidades de la Villa con una destacada y creciente labor en sus funciones.
La primera edición estuvo dedicada a José Antonio Manso Hernández, director de Radio Güines, por su aporte y el del colectivo que dirige en función de la comunidad. La planta identificada por las siglas CMBU, transmite en los 95.9 de la frecuencia modulada (FM) y los 1450 de la amplitud modula (AM) con una programa informativa y variada que alcanza las 18 horas.
Además del municipio de Güines, el diseño de esta estación incluye la extensión de las transmisiones a otras localidades como Nueva Paz, San Nicolás, Batabanó y Melena del Sur y como misión asume la responsabilidad de informar y divulgar el acontecer económico, social y político de todos esos territorios, en estrecho vínculo con la comunidad.
Celeida Ferrer, directora del Museo de Historia, informó que durante todo el verano tendrán lugar allí estas actividades y que no por azahar se seleccionó a José Antonio Manso Hernández como primer invitado.
La radio güinera, dijo Celeida, ha experimentado un crecimiento sostenido que la ubica como la mejor de su tipo del país y es un orgullo que alcanza su mayor realce en el cumplimiento de un principio imprescindible para este tipo de medio de comunicación: la proximidad a la realidad que viven los oyentes.
En el encuentro fueron resaltados también los valores humanos, como dirigente y artista de José Antonio Manso Hernández, quien en varias ocasiones ha sido reconocido como director destacado de la Radio Cubana.
Presentes en el homenaje, colegas de labor, reconocieron al protagonista principal de la actividad dedicándole la siguiente crónica:
Alabanza
No todos logran llegar cuando se comienza a desandar los caminos de la vida. Senderos que suelen ser escabrosos, duros, menos difíciles a veces, también encumbrados.
Y así transcurren las alboradas con sus ocasos. En medio de ellas los hombres y su afán por conquistar esa luz que a veces escapa entre las manos, que invita a seguir, a continuar, a dejar a un lado los golpes que tanto duelen. Así es la historia, la construyen los hombres junto a los suyos en el hogar, en el trabajo, a cada paso.
Fue en mil 995. Llegó a la radio con muchos deseos de hacer y de aprender, aún muchos colegas de antaño, cuando el comercio en Güines se hizo arte, lo recuerdan y lo reclaman, pero la radio sabe como embrujar a sus realizadores, una vez que llegan se adhieren a ella para siempre.
Entre voces, pausas, música se fue tejiendo otra leyenda: la del dirigente exigente, la del compañero a toda prueba, la de la sabiduría y hasta alguna que otra magia para hacer mucho y grande, de la nada.
Llegaron también los elogios, la riqueza espiritual, el sortilegio de una radio diferente, auténtica, una radio que sigue junto a su pueblo, la que aprendió a amar porque se le entregó como enamorada.
El saludo le llega transitando las calles de su pueblo, en su cuadra, desde sus colegas de la radio. Ellos siguen preguntando ¿cuál es el secreto?, y la respuesta es la misma: un hombre y su gente atados de las manos que un buen día de esta vida decidieron hacer de la radio la razón de su existencia.
En medio de todos, José Antonio Manso, “Pepín”, el que siempre está, al que todos buscan, responsable, necesario, artista, jaranero, perspicaz y sobre todo un hombre y su historia, la que engrandece en palabras y acciones. La que nos entrega cada día, como suelen hacer los buenos amigos.
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